miércoles, 31 de marzo de 2010

El Silencio de Horacio. De Carmina Narro

Aki nuevamente dejo un texto de "hasta atras" de la revista Dia Siete... disfrutalo!!

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Hace mucho tiempo que nadie pregunta por mí. Me lo dijo Don Julián cuando regresé y no tenía por qué mentir. Preguntó por mi mujer. Le dije que estaba bien para no entrara en explicaciones.

Me costó mucho regresar aquí, sentía no sé qué de encontrar la casa vacía. La verdad es que no la he podido olvidar. Tenía un carácter muy difícil, estaba acostumbrada a hacer lo puro que se le daba en gana, nunca tuvo freno; yo al contrario, desde que era niño fui medio timorato.

Siempre he sido igual. “Tú, de veras –me decía– que ni hueles ni apestas, Horacio”. Porque me daba igual ir al cine o a bailar, comer tacos o hamburguesas. Y me daba lo mismo porque estaba con ella, pero eso nunca se lo dije.

Yo sabía que a veces me tenía miedo. Cuando despertaba y yo estaba viéndole de muy cerca los vellitos del cachete, se asustaba mucho. Nunca he sabido expresarme. Si hubiera podido decirle cómo era su risa, ella habría entendido qué tanto me gustaba oírla. Verla contenta. Nunca pude decírselo y eso que por su risa y por su cuerpo, me casé con ella.

“Tú no quieres a nadie –me decía–, ni a tu madre quisiste”. Y yo callado. A la gente le encanta hablar y decir mentiras.

Hace mucho tiempo que no había venido aquí. Todavía está el refresco que dejé destapado, las dos tazas. Supongo que el hecho de no tener familia le hizo mucho daño. Era huérfana y por eso no sabía qué estaba bien y qué estaba mal.

En cuanto yo ponía un pie fuera de la casa, ella se metía con cualquiera. Le tuve mucha paciencia, le aguanté muchas porque la quería. Prefería pensar que lo hacía nada más por provocarme y me aguantaba.

La última vez que la vi, estaba dormida. Sentí alivio porque todo el Viaducto de camino a la casa había estado pensando que la iba a encontrar con alguien en mi cama. Me quité los zapatos y me acerqué a gatas para olerla, oler las cobijas, para saber si había estado con alguien. Sí olía a sexo. Como siempre, se asustó conmigo cuando abrió los ojos y empezó a insultarme. Siempre ha sido muy malhablada. Le dije que prefería que me golpeara a que me dijera tantas ofensas porque esas no se me iban a olvidar nunca.

Entré a la cocina para tranquilizarme y ella entró mucho rato después. No podía quitarme de la nariz el olor de las cobijas. Como para arreglar las cosas me preguntó si quería un café; tenía agua hirviendo en la estufa. Ni siquiera sentí lo caliente de la olla cuando la eché el agua a la cara.

He tenido mucho tiempo para pensar en mis actos. No me arrepiento. En el fondo lo hice para que ya nadie la volteara a ver, para que nadie quisiera tocarla.El doctor dice que no quedará bien.

Me voy a tener que tragar mi orgullo y mañana la voy a buscar para pedirle que regrese. Creo que soy capaz hasta de hincarme si me lo pide. Algo me dice que sí va a volver y va a tener que entender que estando toda quemada, yo soy el único que la puede querer todavía.

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Carmina Narro. Dramaturga, directora de escena, guionista y actriz. Entre sus obras destacan Recuerdos de Bruces, Quimicos para el amor, y Julio sin Agosto, entre otras.

Lic. Psic. BeBë Glass Alkzar

Colgarse de un Arbol. De Guillermo Fadanelli

A continuacion un texto que me encontre "hasta atrás" de una revista llamada Dia Siete... la vdd me pareció interesante y ahora lo komparto kon uds... Disfrutalo!!!

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A cabo de estar cerca de 30 dias en Francia, la mayor oarte del tiempo en Paris, aunque una semana me refugié en una playa solitaria en la costa sur, cerca de Toulon. Mi deber como escritor es contar a ustedes historias interesantes consecuencia de las experiencias vividas durante el viaje, pero contra los cánones me he decidido por una historia personal, con la esperanza de que algun lector comprenda los avatares de mi desasociego.

En Paris conocí a una mujer de nombre Mariana. Ella es joven, delicada y vive en una buhardilla ubicada en un barrio que no podría señalar en un mapa. Antes de continuar tendría que decir que en poco tiempo cumpliré 50 años y cuando Mariana abrió los ojos al mundo por primera vez mi memoria recitaba ya de memoria la obra de Sastre, Camus, y por supuesto la de Céline.

Mariana es amante de la literatura y pone en riesgo su futuro dedicándose a una actividad tan poco apreciada en estos días.

Las dos ocasiones que no llegué a dormir a mi hotel pasé la noche en vela a su lado. El oriente de estas palabras es una pregunta sencilla: ¿puede amarse a varias mujeres a un mismo tiempo? Estoy convencido de que es posible, aunque esto carecería de sentido si no se considerara a cada mujer como un mundo aparte. Si se deseara sustituir a una mujer por otra lo más honroso sería colgarse de un árbol antes de cometer dicha barbarie: es una ofensa absoluta para cualquier mujer que uno desee reemplazarla por otra como si fuera un florero.

Les cuento que estuve a un paso de abandonarme a esa atracción inesperada y comenzar todo de nuevo, pero permití a la mediocridad que suele habitarme imponerse sobre mi deseo de ser otro. No me arrepiento porque la renuncia posee un peso considerable en la vida de los hombres. Renunciar es afirmarse.

Las personas no se enamorarían si no hubieran escuchado antes hablar acerca del amor. Esto es cierto porque los sentimientos son siempre distintos cuando son provocados por diferentes personas. Y conservar a toda costa dicha diferencia es necesario para vivir con un poco de dignidad. Ahora comprendo más cabalmente por qué renuncié a este enamoramiento compulsivo; porque pese a ser moralmente un hombre incompleto, cada persona que ha aceptado compartir su tiempo conmigo representa para mí una especie de salvación que agradezco profundamente. Y no importa si mi relación con una mujer ha durado unos cuantos días: es justo a partir de su efímera presencia donde todo vuelve a comenzar.

Antes solía decir que un sentimiento permanente no es humano y que quienes lo encarnan están más cerca de ser dioses que mortales. Y sin embargo, ahora me he vuelto un conservador.

Conforme pasan los años, como lo hiciera uno de mis escritores más apreciados, Norman Mailer, apelo a la renuncia para concentrarme en una sola mujer; sé que obrar de esta manera es invocar a la muerte, pero no me preocupa demasiado. Después de todo, me arrepentiré.

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Gullermo Fadanelli. Ciudad de Mexico, 1964. Escritor. Su mas recientes libors son Plegarias de un inquilino (Cal y Arena), Educar a los topos, y Malacara (Anagrama)

Lic. Psic. BeBëGlass Alkzar

viernes, 5 de marzo de 2010

Cuidado con las Psicologas... jajaja

Un hombre conoce a una psicóloga en una fiesta... el flechazo es inmediato y tras la charla habitual él consigue llevarla a su departamento. Copas van,caricias vienen y finalmente él inicia un avance más fogoso.

EL: Ven para acá. Dejame besarte el cuello...
ELLA:Qué libidinoso estás hoy!
EL: Es que eres una belleza y me vuelves loco, mi potra!
ELLA: (ALEJANDOSE) Potra? Te gusta copular con equinos? .Sodomista
EL: noo..no, Es una forma de decir que estás buenísima,....mamita.
ELLA: Mamita? Acaso me estás usando para resolver tu complejo de Edipo?
EL: Quiero decir que me encantas, que eres Divina.
ELLA: Divina?... tienes fijaciones religiosas?, para que sepas,la idealización o endiosamiento de la pareja es un claro síntoma neurótico.
EL: Basta! Me tienes harto con tu mierda psicologista!
ELLA: Mierda? Así que tu fijación es en la etapa anal, eh?
EL: Córta, corta por favor!
ELLA: Córta?, entonces estás inseguro de tu pene?, es eso?
EL: Si sigues con esto te juro que te pego!
ELLA: Tenía razón, desde el principio sospeché que eras un sádico.
EL:(LLORIQUEANDO) Basta! Te lo ruego! No me vuelvas loco!
ELLA: Hmm. Y también masoquista, muy típico.
EL: (AGARRANDOLA DEL CUELLO) Me tienes podrido! Te voy a matar!
ELLA: Agghh... Y...encima... psicópata... Agghhg...
EL: (SOLTANDOLA) ¡No me persigas más con todo ese palabrerío! ¡Por favor,no me persigas más!
ELLA: Entiendo... Paranoico y con delirio de persecución...
EL: No! No! lárgate! Prefiero estar solo! Prefiero estar solo!
ELLA: Sólo?, entonces ¿tus problemas pricipales son la masturbación y el autoerotismo!
EL: ¡Socorroooooo! ¡Policía! ¡Policíaaaaaaa!
ELLA: ¿Era eso?, ¿querías un tipo vestido de policía? ¿Así que diste todas estas vueltas para decirme que eres maricón y fetichista?


JAJAJA... SALUDOS A TOD@S