jueves, 23 de julio de 2009

El laberinto de la Soledad

“La historia de México es la del hombre que busca […] su origen”[1] ¿Quiénes somos y adonde vamos? Preguntas indispensables en cualquier cultura, no solo la mexicana. Pero ¿qué tiene de especial ésta ultima? En realidad nada, cada persona, cada familia, cada región, país, cultura o como se le quiera llamar, es diferente y por ende especial en diversos sentidos.

Octavio Paz excelso escritor contemporáneo englobó muchos de los aspectos de la cultura mexicana en su obra titulada El Laberinto de la soledad, obra que data desde hace medio siglo y válida hasta ciertos puntos en nuestros tiempos mas actuales.

Considero que si cada una de las personas en todo el mundo se aceptara tal como es, podría aceptar a los demás –algo como el concepto de Rogers- sin prejuicios ni tabúes; si cada persona no tuviera que avergonzarse de sus origenes, no existiera tanta discriminación o racismo; se evitarían tantas guerras, pero creo que eso es demasiado para el hombre del siglo XXI quizá todavía no estemos a ese nivel de consciencia.

Avergonzarnos de nuestros orígenes, es un conflicto que procede de compararnos con otras culturas o personas, y he aquí donde entra el papel del llamado Complejo de Inferioridad. “El Pachuco” claro ejemplo de esta situación, “[…] ha perdido toda su herencia: lengua, religión, costumbres, creencias. Sólo le queda un cuerpo y un alma a la intemperie […]” [2] “aunque tenga muchos años de vivir allí [en los Estados Unidos], usen la misma ropa, hablen el mismo idioma y sientan vergüenza de su origen, nadie los confundiría con los norteamericanos auténticos”[3] Octavio Paz afirma que el pachuco no desea volver a sus orígenes mexicanos, pero tampoco desea ser parte del norteamericano, solo quiere ser diferente y se niega a sí mismo, creando en él un sentimiento de soledad y ambivalencia, sin poder responder ¿quién es? Y a ¿Dónde va?

Los psicólogos sociales se han encargado de esclarecer esta ideología, con la Teoría de la comparación social, haciendo referencia la comparación de nosotros con otras personas similares a nosotros. Sin embargo aquí existe una gran desventaja, en ocasiones tendemos a compararnos con personas que se distinguen de alguna manera como superiores a nosotros sintiéndonos por debajo y viene el complejo de inferioridad del que ya he hablado; por otro lado también existe la posibilidad de compararnos con personas menos habilitadas que nosotros, personas inferiores en algún aspecto, y esto para sentirnos mejores que ellas.

Las diferencias entre cultura y cultura es muy marcada, quizá en algunos aspectos de regiones cercanas se tienda a la similitud, pero en otras no.

El machismo y el estoicismo, son muy característicos de la personalidad mexicana. Frases como “no te rajes” y “aguántese como los machos” refuerzan esta postura. El “no te rajes”, hace alusión al sexo de la mujer, se refiere a no traicionar al grupo o compañero, no te rajes, se compara al hecho de que la mujer se abre de piernas y deja entrar a alguien en su intimidad, en su sexo; por otro lado el “aguántese como los machos” o “no sea marica” refiere a la mujer haciéndola de menos y etiquetándola como un ser débil y sumiso. No me apetece hablar de la mujer mexicana, solo me atrevo a criticar al hombre mexicano y machista por su postura ante nosotras las mexicanas, por esteriotiparnos como seres inferiores a ellos; y de la misma manera a todas aquellas mujeres que aun en estos tiempos siguen propiciando estas conductas tan repugnantes a mi parecer.

Prosiguiendo con las diferencias que hacen especiales a los mexicanos, puedo citar las tantas y tantas festividades que nos rodean alrededor de todo el año y en todo el país. Fiestas patronales, fiestas anuales etc., cada región con su particularidad pero unidos a un mismo fin. El día de independencia, unánimes el 15 de septiembre a las 11 de la noche, o el 12 de diciembre venerando a la virgen de Guadalupe. Todo México se caracteriza por su música, el mariachi y su charro negro; por el colorido de sus danzas y bailes regionales, lo exquisito de su gastronomía y su alegre y entera disposición a cooperar con el pueblo para realizar sus festividades.

Una festividad tan originaria de México es la del día de todos los santos o día de muertos. La ideología que se tiene acerca de la muerte según Octavio Paz es que “Nuestra muerte ilumina nuestra vida. […] cuando alguien muere de manera violenta, solemos decir: “se la buscó”.”[4] Desde antes de la llegada de los españoles, nuestros antepasados creían en una vida después de la muerte, una vida que trascendía hacia un más allá.

Esta festividad del día de muertos sugiere que todo –en este caso la vida- funciona como si la muerte no existiera. Se rinde culto a los difuntos como si todavía viviesen. Altares llenos de frutas, comida, y preferencias del fallecido se presentan en determinados días según sea la persona muerta. Con todo esto puedo decir que el mexicano tiende a la burla hacia la muerte, no tomándola tan en serio y haciendo de cuenta que no es tan importante, por que sus difuntos aun siguen con ellos. Todo esto es parte genotípica del misticismo y la mitología que engloba el mexicano desde sus antepasados. “Ella [la muerte] está presente en nuestras fiestas, nuestros juegos [como en la polaca o lotería] en nuestros amores y nuestros pensamientos”[5]

Tengo algunos conocimientos vagos acerca de esta festividad alrededor del país. En algunas regiones estas festividades se realizan en el panteón con flores, velas y misas, en otras la celebración es en casa del difunto compartiendo café, atole y tamales, realizando rosarios, rezos y velaciones. Existe una región del país donde al llegar las fechas previstas para el día de muertos, sacan a los cadáveres de sus tumbas y pasan la noche con ellos, algo muy particular y poco agraciado para mí.

Pasando a otro punto, me llama la atención la relación que Paz realiza de la Malinche con la verbalización introyectada que usa el actual mexicano, voz mágica como lo menciona Paz. Que siendo realista tiene mucha lógica para mi punto de vista.

“Los hijos de la Malinche” es el titulo de uno de los capítulos de este libro. ¿Quién fue la malinche y cual es esa relación de la que antes hablé?

A la Malinche no se le perdona el hecho de haber traicionado y colaborado con los españoles invasores. Los mexicanos verbalizan cotidianamente “hijos de la chingada” y entonces ¿Quién es la Chingada? La chingada viene a ser la mujer indígena violada y abusada por parte de los españoles, y los hijos son los otros, no mexicanos, llamados malinchistas, que aborrecen su origen para adoptar otro. Al vociferar “Viva México hijos de la chingada”[6] el mexicano expresa su deseo de autoafirmarse y cerrar las puertas del pasado tormentoso que se pasó ante la invasión de los españoles. Tantas palabras derivadas del verbo chingar que “denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro”[7]

Dada la invasión de los españoles a las tierras mexicanas, se vino a cambiar por completo la génesis de la cultura pura de lo que hoy sería el mexicano. Me oriento a pensar cómo seria la vida en estos tiempos si no hubiésemos sido invadidos por españoles, donde probablemente seriamos politeístas, el régimen político seria otro, y ¿Qué tipo de tecnología tendríamos?. Un punto muy importante en cual reflexiono y que me horroriza el solo pensarlo, ¿aun seguiríamos realizando sacrificios humanos? Estas incógnitas son solo pequeñas incertidumbres de mi persona, me guardo mis conclusiones.

Pasando de la guerra de independencia y la lucha por la libertad a la revolución mexicana no existe mucho trecho, ni mucho que decir. Solo historia y mas historia, me pregunto, a este nivel ¿Quién no conoce la historia de México? Sería vergonzoso averiguarlo y descubrir a personas que lo ignoren.

Grandes personajes ilustres enmarcan la Inteligencia Mexicana, escritores, poetas, novelistas, políticos, entre muchos otros. Un orgullo mexicano y más aun en nuestro estado es Benito Juárez, Benemérito de las Américas, hombre honorable y de estimable respeto. México es grande en cultura, aunque haya pasado lo que haya pasado. Como México, no hay otro.


CONCLUSION PERSONAL

Soy mexicana y no pretendo ser otra cosa jamás. A pesar de todas las malas etiquetas que el resto del mundo le ha puesto a México, estoy orgullosa de la cultura que se profesa. Quizás en muchos aspectos no concuerdo, pero eso no me impide disfrutar del hecho de ser mexicana.

Considero a mi cultura como única y de las mejores en el folclor, en su música y gastronomía. En todo el mundo, siempre habrá un rinconcito mexicano y eso es de admirarse.

Es lamentable cómo personas como los pachucos, tienden a negar sus orígenes para crearse otro. Es lamentable cómo muchos de los que se van al extranjero regresan cambiados o simplemente ya no regresan.

Exhorto al fomento de la cultura, la danza, las tradiciones y costumbres, eso es lo que nos identifica. Como lo dije anteriormente en muchos aspectos no concuerdo, pero gusto de saber acerca de lo que mi país tiene.

Como mi México no hay otro, ¡Viva México!

[1] El laberinto de la soledad, Octavio Paz. Pág. 23
[2] Ibíd. Pág. 17
[3] Ibíd. Pág. 15
[4] Ibíd., Pág. 59
[5] Ibíd.Pág. 63
[6] Ibíd. Pág. 83
[7] Ibíd. Pág. 84

Saludos y bendiciones. Pps Glass

1 comentario:

  1. que tal?

    comparto tu opinion yo no estoy de acuerdo con octavio paz. Algunas cuestiones ya pasaron estamos en otros tiempos. Ademas hay otros tantos paises que sufren de lo mismo. En fin yo solo se que estoy agusto con mi pais y lucho porque el mismo sea mejor dando clases

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