Si bien en todo tratamiento psicológico, la finalidad primordial y hasta cierto punto única es el cambio o la mejoría en la persona a la que se le denomina paciente. Ante este proceso, en cada sesión y para cada paciente y su terapeuta, los sucesos son particulares y estos sucesos dan paso al cambio psicológico.
Es necesario que en esta relación terapéutica, ambas partes –el paciente y el terapeuta- tengan en común acuerdo el objetivo por el cual se está trabajando y llevando una terapia. El paciente debe tener fe en este proceso, ya que de nada servirá si su posición es escéptica, y el cambio no aparecerá como arte de magia. El terapeuta por su parte debe ser objetivo y entusiasta en que el cambio puede llegar a lograrse a pesar de las dificultades y relaciones tanto transferenciales como contratransferenciales que puedan presentarse.
Dentro de un marco referencial la terapia debe estar guiada; y se presentan tres cuestiones que ayudan a la mejor comprensión del tema: ¿Cuál es la naturaleza del cambio? ¿Cómo sucede este cambio? Y ¿cómo se puede evaluar?
Depende de la corriente psicologica que se maneje en terapia, del tipo de personalidad del terapeuta y obviamente del paciente. Se espera que el cambio pueda alcanzarse de manera en que el paciente pueda crecer personalmente, y conseguir un autoanalisis y poder trabajar con su propia conflictiva.
Saludos y Benciones. Pps. Glass
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